STAR WARS
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

Eewboznay, el tranquilo

Ir abajo

Eewboznay, el tranquilo Empty Eewboznay, el tranquilo

Mensaje por Admin Sáb Oct 21, 2017 1:18 am

Eewboznay, el tranquilo Eewboz10
Admin
Admin
Admin
Admin

Mensajes : 16
Fecha de inscripción : 20/10/2017

https://starwarsffrpg.activo.mx

Volver arriba Ir abajo

Eewboznay, el tranquilo Empty Re: Eewboznay, el tranquilo

Mensaje por Admin Lun Oct 23, 2017 10:56 am

Sientes el viento y la lluvia golpeando tu pelaje. El sol de Kashyyyk no es más que una mancha difuminada en el cielo, cubierto de nubes. Caminas todo lo rápido que puedes entre las raíces de los wroshyr. Escuchas el crujir de las hojas podridas bajo tus pies. La tormenta no tardará en alcanzarte. Desde muy pequeño has tenido una habilidad especial para percibir todo aquello que te rodea. Y un presentimiento funesto se cierne sobre tu figura peluda. Un presentimiento que te ha obligado a dejar Kachirho, alejarte de la costa, e internarte en los bosques. Sientes la fatiga en tus músculos. Un relámpago ilumina el boscaje por unos instantes. Poco después un trueno sacude las copas de los árboles. Alimañas y todo tipo de criaturas se mueven a gran velocidad, lejos del epicentro de la tormenta. Puede que no seas más que un cachorro todavía, pero has escuchado suficientes historias sobre los peligros de adentrarse solo en los bosques, que todos los sonidos que te rodean te ponen en alerta. Monstruos aterradores. Bestias sanguinarias. Cazadores Trandosianos. Piratas del borde exterior. O lo que es peor, esclavistas. Pero ahora no puedes dar marcha atrás. Un nuevo relámpago, y otro trueno, y sientes que tu corazón trata de salírsete del pecho. Miras hacia el cielo y una luz azulada hace que te estremezcas. Intentas esconderte en el hueco entre unas raíces de gran tamaño. Pegas la espalda a la madera rugosa y verde. Tienes la respiración entrecortada. Intentas serenarte. Desde la muerte de tu tío Utchellocaahr nada ha sido lo mismo. Se hizo cargo de ti desde que recuerdas, desde que no eras más que una bola de pelo. Fue el padre que nunca tuviste. La madre que nunca que amamantó. Y ahora está muerto. Gritas con rabia y agitas los puños contra el cielo, cubierto por la tormenta, y unas lágrimas espesas se mezclan con las gotas de lluvia que empapan tu pelaje. Aún recuerdas sus últimas palabras, con el cuerpo cortado por las heridas sobre su lecho de muerte. “Sé firme como un árbol milenario, Eewboznay, porque no tardarán en venir a por ti.” Tú negaste y negaste, y rugiste de dolor. Y desde entonces un presentimiento oscuro ha guiado tus pasos. Puede que no seas más que un cachorro, pero no eres estúpido. Has escuchado historias. Has visto el palo de Luz de tu tío. Le has visto practicar con él, sin perderte un detalle. Por mucho que lo negara, sabes lo que es, lo que fue, y en lo que podrías convertirte a tú mismo. Cierras los ojos por unos instantes. Te concentras en la imagen que se dibuja en tu alma y que recrea la realidad de la que eres parte. Tocas las rugosidades de la madera de las raíces de los wroshyr con los dedos. Y sientes una presencia que destaca entre el resto de la vida del bosque. Una presencia de algún modo familiar. Una presencia fuerte y definida, afilada como una hoja láser. Corres todo lo deprisa que tus piernas, aún por desarrollar, te permiten. Corres sin mirar atrás, y entre los sonidos del bosque en movimiento y la tormenta y el silbido del aire, se cuela el rugido de un motor de combustión. Miras al cielo y lo ves. Tu corazón bombea sangre a toda máquina. La mancha de luz azul se ha transformado en una nave interplanetaria que desciende entre las copas de los árboles y parece posarse no muy lejos de donde te encuentras. Corres sin descanso en dirección opuesta. Tras la muerte de tu tío, la comunidad intentó protegerte. Te llevaron a una casa de acogida, pero no tardaste en coger el palo de Luz de tu tío, meterlo en una mochila junto a unas pocas provisiones, y echarte al bosque. No dejas de correr. Sientes que te arden los pulmones. Te duelen los músculos de las piernas. Tienes todo el pelaje empapado por la lluvia. Tropiezas contra un saliente de las raíces gigantescas y caes al suelo y ruedas. Sientes dolor, y el barro y el agua que se adhieren a tu pelo. Quieres llorar, pero una energía interior, una energía que recorre todo tu ser y que te acompaña desde el día de tu nacimiento, te obliga a incorporarte y seguir corriendo. La lluvia se acrecienta. El viento silba con fuerza y agita las ramas y las hojas de los árboles. Los truenos y los relámpagos rasgan el cielo. El corazón se te hiela cuando la ves frente a ti. La presencia que has sentido se materializa frente a ti en la forma de una Bothan no mucho más alta que tú. Retrocedes un par de pasos, muerto de miedo. Ella avanza hacia ti. Tropiezas y caes de espaldas. Al igual que tú, tiene el cuerpo cubierto por un pelaje grueso y tupido. Algo en sus ojos hace que bajes la guardia. Algo en tu interior te dice que puedes confiar en ella. Te tiende la mano y sonríe. El viento y la lluvia golpean tu cara. Ven conmigo, dice ella, he cruzado media galaxia para encontrarte. Emites un gruñido lastimero. Ven conmigo a Coruscant, dice, y aprende los caminos de la fuerza, como hizo tu tío Utchellocaahr antes que tú. La tormenta parece calmarse. El bosque se asienta y recupera su ritmo natural. Corre, ven, pequeño, te dice la Bothan, los Sith no tardarán en llegar. Te dejas rodear por el sonido de tu natal Kashyyyk por última vez, emites un gruñido impregnado de una melancolía feroz, y te abrazas a la que será tu maestra durante los próximos años.
Admin
Admin
Admin
Admin

Mensajes : 16
Fecha de inscripción : 20/10/2017

https://starwarsffrpg.activo.mx

Volver arriba Ir abajo

Volver arriba


 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.